Cómo conservar cebollas

La conservación de las cebollas en cámaras refrigeradas

REFRIGERACIÓN DE CEBOLLAS

La cebolla, Allium cepa, es una hortaliza con propiedades beneficiosas para la salud y uno de los alimentos imprescindibles en nuestra cocina.

Al igual que el ajo, es originaria de Asia Central y de las regiones del mar Mediterráneo, pero actualmente la puedes encontrar en cualquier lugar debido a que es una de las hortalizas más cultivadas del mundo.

Las variedad y fecha de plantación son factores importantes que garantizan el éxito de su cultivo, donde la variedad determina la época ideal de su cultivo.

La cebolla requiere varias operaciones antes de su almacenamiento, una de las principales es el secado, el cual favorece su conservación. Para obtener unas condiciones óptimas la conservación de las cebollas es esencial, por ello se recurre a cámaras frigoríficas para cebollas que ayudan a conservar todas sus cualidades

SECADO DE LA CEBOLLA

El objetivo del secado es quitar toda la humedad superficial de las capas externas, sellando así la cebolla y el tallo. Con este proceso no se pretende deshidratar los bulbos por dentro, sino solamente las capas más externas.

CONSERVACIÓN

Una correcta conservación frigorífica nos garantiza alargar la vida útil de las cebollas considerablemente.

El almacenamiento de la cebolla se realizará en palots de madera, previamente secados en el proceso anterior. Su ubicación en la cámara frigorífica se realizará de tal manera que permita una buena circulación de aire tanto de los evaporadores como de los ventiladores de apoyo, no sobrepasando el nivel máximo de almacenamiento.

Su almacenamiento se realizará a temperatura y humedad constante, evitando las fluctuaciones, y en completa oscuridad, hay que tener en cuenta que el bulbo sigue vivo.

Los cambios de temperatura de la cebolla deben de ser lentos, procurando que el corazón del bulbo tenga la misma temperatura que las capas externas, ya que con los cambios bruscos de temperatura podemos destruir las células del bulbo. Se aconseja enfriar o calentar como máximo 2ºC al día, dependiendo de diversos factores (temperatura, humedad, etc…).

La cebolla debe de cumplir una serie de requisitos para ser almacenada:

La cebolla debe de ser una variedad apta para almacenar.

  • El bulbo debe de ser firme y compacto.
  • El bulbo debe de tener un bajo contenido de agua superficial (secado).
  • Debe de ser cultivada correctamente con buenas prácticas agrícolas.

Otro factor importante a tener en cuenta es la expedición, donde se deberá de planificar la salida de las cámaras frigoríficas especialmente en climas calurosos y húmedos.

LO QUE DEBES SABER

Temperatura: debe de ser la adecuada para que la cebolla no se pudra, pudiendo llegar hasta 1 ºC de temperatura.

Humedad: la humedad debe mantenerse entre el 65 y 75%.

Aire: para una mejor homogeneidad de temperatura es muy importante el correcto reparto de aire en el interior de la cámara.

SOMOS ESPECIALISTAS EN LA CONSERVACIÓN DE CEBOLLAS EN CÁMARAS FRIGORÍFICAS

Para un correcto almacenamiento de la cebolla, ésta debe cumplir los siguientes requisitos:

  • La variedad de la cebolla debe ser apta para almacenar, como hemos mencionado anteriormente.
  • Debe de haber sido cosechada cuando estaba completamente madura.
  • El bulbo debe ser firme y compacto.
  • El bulbo debe tener un bajo contenido de agua.
  • La piel debe ser fuerte.
  • No debe fertilizarse con nitrógeno durante las últimas 6 semanas de cultivo.
  • Deben haberse aplicado cantidades suficientes de cal.

 

No obstante, la cebolla requiere varias operaciones antes de su almacenamiento, una de las principales es el secado. El objetivo del secado es quitar toda la humedad superficial de las capas externas, sellando así la cebolla y el tallo. Con este proceso se pretende deshidratar las capas más externas.

La temperatura adecuada para llevar a cabo el secado oscila entre 25 a 30ºC.

El almacenamiento se realizará en cámaras frigoríficas adecuadas para la conservación de cebollas. Las cebollas se almacenarán en palets de madera. Su ubicación en la cámara frigorífica se realizará de tal manera que permita una buena circulación de aire tanto de los evaporadores como de los ventiladores de apoyo, no sobrepasando el nivel máximo de almacenamiento.

Su almacenamiento se realizará a temperatura y humedad constante, evitando las fluctuaciones, y en completa oscuridad, hay que tener en cuenta que el bulbo sigue vivo.