08 Jul Pasado, presente y futuro de la Industria Cárnica
La globalización ha dado lugar a un aumento de la competencia a la cual la producción de carne y de productos cárnicos no es ajena, requiriendo un aumento de la competitividad en la producción, transformación y comercialización.
Una apuesta de la Industria Cárnica
En España, por ejemplo, el camino iniciado hace ya algún tiempo, lleva a una apuesta del sector cárnico en sistemas de calidad para diferenciarse de otros productores europeos e internacionales, y que ha hecho que el sector cárnico de hoy haya puesto sus vistas a un futuro en busca de revalorizar sus sistemas de producción de carne para enamorar aún más a sus consumidores, y de paso conquistar nuevos mercados.
Hace ya algún tiempo, la FAO decía que “… Mientras los productores no produzcan deliberadamente para el mercado tanto la producción primaria como el sistema de comercialización permanecerán en estado de relativo subdesarrollo”. Y, ¿qué quiere decir esto? “Dar al mercado realmente lo que necesita a través de un buen sistema de comercialización”.
Hablar de “Mercado”, sobre todo si hablamos del “Mercado de la carne a nivel mundial”, es muy complejo, ya que, salvando las distancias, en cada país hay una diversidad de necesidades. Pero, una vez salvadas estas necesidades, y sí nos vamos a lo simple: “Todos tenemos una necesidad primaria: COMER.
¿Pero qué comemos?
Y es aquí dónde entra la responsabilidad de la industria cárnica; producir productos que certifiquen la calidad del producto y que en el proceso de producción ha habido, desde el inicio, una seguridad alimentaria en la cadena desde y hasta que ha llegado a las estanterías de las tiendas, supermercados y centros comerciales.
Sí, esto es fácil de decir, pero en la realidad, todos las empresas que directamente o indirectamente estamos en sector; sabemos que cada grupo de alimentos tiene su propia problemática, requiere de estudios, de análisis, etc… Y, todo esto, lleva al final a plantearse algunas preguntas:
¿ A dónde vamos? | ¿Hacía dónde nos dirigimos?
Si tiramos un poco de la Historia reciente de la Humanidad, podemos dar respuesta a: ¿de dónde venimos? Para, y de esta manera, saber por lo menos, qué no debemos hacer y qué hemos aprendido por el camino.
Profundicemos un poco más, con estos cuatro puntos:
1. Tras la finalización de la II Guerra Mundial, donde se produjo, especialmente en Europa, una escasez alimentaria que motivó la puesta en marcha de una “política productivista” para alimentar a los millones de personas que tenían la necesidad imperiosa de “echarse algo a la boca”. Pero, ¿qué ocurrió con esta política productivista? Pues que se originó una gran cantidad de excedentes, una bajada de precios, un aumento de las explotaciones y que muchos trabajadores del sector primario cambiaron al sector secundario. Estos datos a simple vista fueron positivos, pero hubo uno, que opinión de muchos expertos de la época no fué tan positivo: “La calidad mermó vs la producción”.
2. Muchas veces pensamos como consumidores que en los viejos tiempos la calidad era mucho mejor, y nada más lejos de la realidad. Conforme han ido avanzando las tecnologías en el sector cárnico, también ha ido avanzado la calidad en la transformación de la carne. Estas nuevas tecnologías han ayudado a que la materia prima siga la cadena de producción sin apenas ser tocada por humanos. Pero, además, conforme hemos ido avanzando como sociedad, se han ido incluyendo nuevas normativas sanitarias, de protección a los animales, y de seguridad alimentaria que distan mucho de las formas de producción de siglos atrás.
3. La grasa… hoy parece una palabra tabú dentro de una sociedad cada vez más “healthy”. Pero, y no debemos de olvidarnos; que nuestro cuerpo la necesita para su buen funcionamiento. Eso sí, dentro de un marco de vida saludable y activa. En la actualidad, y con el aumento en el mercado de carnes de animales con menos grasa, como puede ser el pavo, podemos elegir el nivel de grasa que comemos. Aunque siempre podremos recurrir al pollo o al cerdo que, como todos sabemos, son carnes muy sanas y nos aportan ese plus de energía que nos hace falta para llegar al final del día un poco menos agotados.
4. La carne, ¿es insana? Pues, depende de los estudios que uno se quiera leer y creer. Según la OMS, algunas carnes producen cáncer, las rojas en particular. Haber, y como se dice por ahí: “somos lo que comemos”. Pero, podemos añadir algo más a esta frase: “… y somos lo que hacemos”. Desde nuestro punto de vista, y con nuestros 35 años aportando a la industria cárnica todo lo necesario para su puesta en marcha:
“La industria alimentaria, y cárnica en particular; ofrecen total garantía de que sus productos se rigen por los más altos estándares de calidad y seguridad alimentaria”.
Ahora, volvamos a la actualidad…
Los consumidores que hoy comen carne en algún momento de su vida pueden haber perdido la confianza en los productos cárnicos, y más si en distintas partes del mundo se leen diferentes noticias negativas. Noticias que hablan de fraudes, y de malas prácticas productivistas. Todo esto nos lleva a pensar que puede ser normal que la famosa frase “me han dado gato por liebre” pueda ser real. Pero, y todos estaremos de acuerdo que son casos aislados, y que desde el propio sector se persiguen y se combaten.
Hoy, se hacen mejor las cosas que ayer, y esta es la misión de la industria cárnica. Una industria cárnica que apuesta por la calidad integral de la cadena, que invierte en nuevas tecnologías, que mejora la trazabilidad de sus productos, y que de una manera integra hace marca para dar seguridad a los consumidores. No debemos de olvidar, que nos va el futuro en ello.
En José Bernad, S.L., junto a nuestros clientes y otros agentes de la industria cárnica, no nos cabe ninguna duda de que los tiempos cambian a una velocidad tan exponencial que es necesario estar preparados para estos cambios, especialmente si sabemos la dirección que van a tomar. Y para saber qué dirección tomar; recabamos datos continuamente sobre el sector cárnico para ofrecer los mejores servicios y crear proyectos 360º con visión de futuro.
De esta manera, nuestros clientes siempre ganan, ya que en cada proyecto buscamos el equilibrio entre rentabilidad, seguridad alimentaria, y eficiencia energética.